Fumet para arroz con bogavante

Receta ↓ Ángela Solar

¡Eleva tu arroz con bogavante a la cumbre del sabor con este fumet excepcional! Imagina un caldo dorado, rebosante de esencias oceánicas, que convierte cada bocado en un festín para los sentidos. Y lo más sorprendente, ¡logrado con una facilidad pasmosa!

¡Descubre los imprescindibles para un fumet que hará historia en tu cocina!

¿Creías que el arroz con bogavante era solo cuestión de buen marisco? ¡Anda ya! El verdadero héroe es un fumet de campeonato, y te voy a contar los imprescindibles que te harán ganar la partida:

• Cabezas y cáscaras de bogavante – Sin ellas, ¿qué sería de nuestro fumet? Son el oro rojo de nuestro caldo.
• Verduras que hablen de frescura – La cebolla, el puerro y la zanahoria deben ser tan frescos que casi te saluden desde la cesta de la compra.
• Aceite de oliva – Que no falte un buen chorro de este elixir mediterráneo para sofreír con arte.
• Vino blanco – El alma de la fiesta. Escoge uno que te haga bailar el paladar y tu fumet será el rey del sabor.
• Agua o caldo de pescado – Tú decides. Yo soy de agua, para que el bogavante se exprese sin tapujos.
• Laurel y pimienta – Son los compinches perfectos para una aventura gustativa inolvidable.

Recuerda, el fumet es como una buena amistad, se construye con tiempo y dedicación. Y si te sientes valiente, ¿por qué no le das una vuelta de tuerca?

Unas hebras de azafrán pueden convertirlo en un tesoro líquido. ¿El vino no va contigo? Un toque de brandy y ¡voilà! Dale tu toque personal y deja que tu fumet hable por ti.

Preparación del fumet

¡Prepárate para elevar tu arroz con bogavante a la estratosfera gastronómica con un fumet inolvidable! No es magia, es pura cocina, y tú puedes hacerlo con estos sencillos pasos que te convertirán en el maestro del fumet.

La selección de los ingredientes es el primer paso hacia la gloria. Créeme, un fumet excepcional comienza con bogavantes de primera. Límpialos con mimo, como si prepararas un tesoro del mar, porque eso es lo que son.

Al tostar las cáscaras y cabezas, tu cocina se llenará de un aroma que te hará bailar de anticipación. Hazlo con cariño hasta que adquieran ese color dorado que promete maravillas. Es el preludio de un fumet que hará historia en tu cocina.

El desglasado es un paso crucial: añade ese vino blanco y observa cómo se libera la magia. Es el momento de capturar la esencia del bogavante y encerrarla en tu fumet.

Y luego, la cocción lenta, ese proceso meditativo que pide paciencia y promete recompensas. Dale al menos una hora, y mientras tanto, disfruta del vino, de la compañía, o de la paz de tu cocina.

Este fumet es un lienzo en blanco para tu creatividad. No te cortes en añadir tu toque personal, ese ingrediente secreto que te distingue. Y recuerda, la práctica hace al maestro, así que ¡a cocinar se ha dicho!